La periodista estadounidense Felicia Sonmez, parte del staff del Washington Post, fue suspendida en su puesto de cronista política por haber opinado en su cuenta de Twitter sobre el hecho que Kobe Bryant protagonizó en 2003, cuando fue acusado por una mujer de haberla violado en la habitación de un hotel.
Sonmez se remitió a publicar, horas después de la muerte del deportista, su hija y otras siete personas en un accidente de helicóptero, el link de una nota de 2016 (de otro diario) que remitía al caso policial y que subrayaba las pruebas que indicaban que la violación existió.
"El perturbador caso de violación de Kobe Bryant: la evidencia del ADN, la historia de la acusadora y la media confesión"; es el título del artículo del portal The Daily Beast que compartió la periodista. El hecho le costó primero el repudio de los fans del basketbolista, quienes llegaron a pedir que el diario la echara por haber realizado esa publicación en su cuenta de tuiter.
La reacción incluso convirtió en trending topic el hasthtag #FireFeliciaSonmez (echar a Felicia Sonmez), que derivó en la insólita decisión del Washington Post de suspender en sus funciones periodísticas a la profesional y derivarla a un cargo administrativo de forma momentánea.
El propio editor jefe de The Washington Post afirmó al británico Daily Mail que "la reportera fue desplazada a un puesto administrativo mientras el periódico decide si los tuits sobre la muerte de Kobe Bryant ha violado la política del periódico".
Abuso sexual
Ya en 2003, con 24 años, Bryant era una estrella de la NBA y el caso provocó conmoción en los Estados Unidos. La víctima del deportista fue una empleada de un spa en Eagle, Colorado, donde se alojó el jugador mientras se recuperaba de una operación de rodilla.
Según declararon ambos, él le pidió a la joven que le enseñara las instalaciones, la invitó a su habitación y allí se besaron. Luego, según la trabajadora del spa, él la tomó del cuello y abusó sexualmente de ella. Bryant declaró primero que no habían tenido sexo, pero luego reconoció que sí pero que entendió que "había sido consensuado". Sin embargo, la pericia de ADN indicó que no solo había habído relaciones genitales entre ellos sino que además el cuerpo de la mujer registraba indicios de violencia sexual.
Una semana antes de que comenzara el juicio, la denunciante anunció que no testificaría contra la estrella de la NBA y solo pidió una disculpa pública de su parte, algo que él hizo junto a su mujer en una cuidada escena televisada a todo Estados Unidos. Dos meses después de la cancelación del juicio, ambas partes llegaron a un arreglo económico extrajudicial.
