No es la mejor de las posibles la estela que deja Boca Juniors tras su despedida de Buenos Aires, ciudad que dejó para volar a Madrid, donde jugará ante River el próximo domingo la tristemente célebre final de la Copa Libertadores. Y es que, por si no hubiera alcanzado con el bochorno de Núñez, quien protagonizó el Operativo Despedida en Buenos Aires fue nada menos que Rafael Di Zeo, el exconvicto y eterno patrón de los barras xeneizes.
Al canoso dirigente extraoficial de Boca se lo puede ver claramente en las imágenes que ilustran la salida del ómnibus que llevó al aeropuerto de Ezeiza al plantel de Boca, en el centro de la escena y comandando a sus muchachos para "abrir" la calle del mar de hinchas que se agolpó en Parque Lezama para el adiós antes del partido en el Estadio Bernabéu.
Rafael Di Zeo y Mauro Martín, comisarios históricos de La Doce, custodiaron al micro pero no llegaron hasta Ezeiza, donde solo ingresaron los jugadores debido a un operativo ideado para frenar a los hinchas que quisieran ingresar al aeroparque internacional.
Rafael Di Zeo, líder de la barra brava de Boca, escoltó y ayudó a que el micro avance: era algo demasiado difícil por la cantidad de gente que se acumuló en la calle. pic.twitter.com/9Jj6Y5KLwz
Sin embargo, el orden que intentaron imponer los barras tuvo sus límites, ya que una vez en la autopista camino a la terminal aérea fueron apareciendo entre el micro y los hinchas distintos grupos de policías que cerraron el paso a los fanáticos para allanarle el camino al plantel.
La presencia policial derivó en que durante buena parte del trayecto hubiera insultos, escupidas y hasta piedras lanzadas contra los agentes desde los autos que marchaban casi a la par del colectivo. Las situaciones de mayor tensión se produjeron en los diferentes accesos y salidas, donde aparecían postas uniformadas que cerraban la circulación. Incluso se llegó a temer que, ante la falta casi absoluta de mayor seguridad, se produjera alguna situación similar a la de Núñez.
A mitad de camino, en medio de ese escenario potencialmente dantesco, un policía motorizado cayó de su moto y estuvo cerca de ser arrollado por el ómnibus. El azar hizo que no sucediera nada más que un golpe menor.
Finalmente, el colectivo oficial xeneize ingresó a la zona del aeropuerto y los hinchas quedaron en la barrera de acceso, donde se le pedía a quien quisiera acceder el pase de a bordo del viaje que pretendía realizar.