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La soledad urbana en las calles precarizadas de Brasil

Se estrenó Miragem, coproducción argentino-brasileña que puede verse gratis en la plataforma Cine.ar.

Paulo, recientemente desempleado, comienza a trabajar como taxista para pagar la manutención y poder ver a su hijo Mateus. Pero en Miragem todo está en crisis: los proyectos, la familia, la economía, la política y el deseo. En ese contexto, hacer las cosas bien parece no ser suficiente.

Fiel a su estilo documental, Eryk Rocha (quien obtuvo el premio a mejor director en el Festival de Río y en el Festival Pachamama - Cinema de Fronteira) retrata una sociedad sin rumbo, que padece el neoliberalismo de Bolsonaro y deja abierto el interrogante sobre el presente y también sobre el futuro de las próximas generaciones en Brasil, su país natal.

Impresiona cuán semejantes pueden resultar las grandes urbes desde la ventanilla de un taxi. Las calles que recorre el protagonista, interpretado por Fabricio Boliveira, son las de Río de Janeiro pero podrían ser las de cualquier metrópoli de América Latina, donde cada vez son más las personas que duermen desamparadas. La radio y los pasajeros llevan las malas noticias del país y de la región al interior del auto. Afuera, pasan fragmentos de una ciudad que aturde y enceguece. El taxi avanza por inercia, de acá para allá hacia destinos de otros, hacia objetivos ajenos para recaudar una miseria al final de la jornada.

Paulo es un hombre automático, de mirada vacía, triste. La foto de su hijo, ubicada cerca del volante del taxi que maneja cada madrugada, es lo más parecido a un hogar. Paulo extraña a Mateus, mira repetidamente las mismas imágenes y videos para tenerlo cerca. Él solo quiere ver a su hijo y —tal vez, también— volver a sentirse mirado. Una noche, sube al taxi Karina, enfermera interpretada por Bárbara Colen, y es la primera persona que le conversa de igual a igual. De repente, los ojos de Paulo sonríen. Se produce la magia de la conexión entre dos personas, ambos recuperan el goce y las miradas abandonan los espejos y las ventanillas para encontrarse. Ambos personajes comparten orígenes comunes de clase trabajadora, rutinas sin sol y carencias afectivas.

“Prefiero la noche, la calle está más vacía y fresca”, le dice Paulo a Karina. Pero ella también está cansada, incluso asustada, y ese espejismo de un amor a orillas del mar termina por desvanecerse ante la injusticia y la tristeza que interrumpen la canción de las olas. Otros breves momentos de disfrute ocurren a través de la música y también enseguida la realidad interfiere: el espacio sonoro es tomado nuevamente por la amenaza policial, la urgencia de las sirenas y la repetición hartante de las peores noticias.

Los largos planos sobre el auto en movimiento, con las luces de la ciudad nocturna, tienen la potencia suficiente para traspasar los límites de las pantallas de la cuarentena y llevarnos al vívido recuerdo de una sala de cine. A la vista de los acontecimientos actuales, el film de Eryk Rocha podría definirse como una roadmovie de la soledad urbana de dos “trabajadores esenciales” antes de la pandemia del Covid-19.

Una ciudad tiene todos los elementos para ser experimentada como un parque de diversiones. Tiene las luces, la música, el movimiento, la gente y la adrenalina. Pero en ella los ruidos ensordecen, las luces encandilan, las balas son reales y las distancias son muy dolorosas. El deterioro sutil que logra el dúo Boliveira-Rocha permite entender que todo está al revés, que nada vale lo que vale y que son las crisis económicas, políticas y sociales -y no las montañas rusas- las que ponen las vidas patas para arriba.

MUY BUENA

Miragem Brasil / Argentina, 2020. 95´ Dirección: Eryk Rocha. Guión: Elenco: Fabricio Boliveira, Barbara Colen, Cadu N. Jay, Inés Estévez, Luis Ziembrowski. Disponible en CineAr Play

Miragem - Trailer



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