Actualidad | fiesta nacional de la vendimia

Vendimia: un brindis con 80 años de historia

Mendoza celebró una nueva edición de la Fiesta Nacional en honor al vino. InfoGourmet estuvo presente y te cuenta porqué es uno de los eventos más importantes y emotivos del país.

En la "Tierra del Sol y del Buen Vino", marzo es sinónimo de fiesta. Sus calles se llenan de color, irradian alegría y se convierten en un escenario mágico para bailar una cueca, escuchar una buena tonada y, obviamente, alzar las copas. ¿El motivo? La Fiesta Nacional de la Vendimia, uno de los eventos más importantes y emotivos del calendario oficial.

Así es como cada año miles de turistas llegan a la Ciudad para compartir y vivir con los mendocinos la celebración que este año cumplió ocho décadas de existencia. Al igual que desde 1936, la Fiesta refleja el orgullo de sus habitantes por realizar un producto respetado en todo el mundo y declarado como nuestra Bebida Nacional: el vino.

La Vendimia se celebra desde 1936. Sólo en dos ocasiones no se realizó: por la epidemia de 1956 y el gran terremoto de 1985

Pero para los mendocinos brindar no es simplemente levantar una copa. La vid es el motor de la economía mendocina y la provincia -epicentro de la vitivinicultura argentina- elabora el 70 por ciento de la producción total del país. Pero más allá de estos números, es adentrándose en la zona cuando uno se da cuenta porqué cada copa es tan especial.

Durante toda la semana se lucen los resultados de todo un año de trabajo en conjunto y -muchas veces- contra la naturaleza. La fiesta es el sueño reflejado de un año de lucha en las fincas contra las tan temidas heladas o el granizo, de miles de familias que depositan sus esperanzas en ese sector que logra combinar el trabajo artesanal con la tecnología y de esos grandes enólogos que buscan, día a día, hacer un producto aún mejor. Sin dudas, es momento de festejar y homenajear al fruto que luego se convertirá en ese elixir llamado vino.

Vendimia de la Identidad

Este 2016, la Fiesta recibió el nombre de "Vendimia de la Identidad" y fue una edición especial: se cumplen 200 años de la Independencia argentina.

Antes del Acto Central, la Fiesta se divide en otros tres grandes momentos: la bendición de los Frutos (una ceremonia de corte religioso en la que se agradece por la cosecha obtenida), la Vía Blanca de las Reinas (un colorido desfile en el que se presentan las reinas de cada departamento que compiten por convertirse en la Reina Nacional de la Vendimia), y el Carrousel, un desfile que tiene lugar a la mañana siguiente y al que se suman diferentes agrupaciones.

Luego, como cada año, la fiesta madre se desarrolla sobre el escenario del Teatro Griego Frank Romero Day, un mítico lugar a cielo abierto emplazado al pie de los cerros mendocinos. Dirigida por Alejandro Grigor, este año la fiesta contó con más de mil artistas que brindaron un espectáculo cargado de historia, música, danza y emoción. Alrededor de 20 mil personas distribuidas entre las tribunas y los cerros dijeron presente y aplaudieron de pie esta nueva edición.

Más de 20 mil personas distribuidas entre las tribunas y los cerros aplaudieron de pie

"La vendimia tiene una particularidad: es difícil de explicar. Es una fiesta compleja y que tiene un fuerte impacto social, político, turístico y cultural", afirma Gabriela Testa, titular del Ente de Turismo.

La realidad es que el evento tampoco necesita de una figura popular o un cantante internacional para llenar las gradas del Teatro. Es la fiesta más importante de Mendoza y es la reina la que corona este momento y la encargada del "fin de fiesta". Alrededor de ella, como si fuese un partido de fútbol, se desatan pasiones, cánticos y se deposita la ilusión de los vecinos que "hinchan" por la reina de su departamento. Este año y por una gran diferencia, la gran ganadora fue Giuliana Lucoski, una bella joven del departamento de Luján de Cuyo.

Con pirotecnia fría -para preservar el cuidado de los animales y a los niños que sufren de autismo- el cielo de este teatro abierto se iluminó y se llenó de color con fuegos artificiales. La Fiesta llegó a su fin y para los mendocinos un nuevo año de trabajo queda por delante.

Para quien escribe se trató de su primera Fiesta de la Vendimia. Si bien me habían hablado mucho de esta celebración popular, entendí porqué, a la vez, era tan difícil de explicar: básicamente, es una Fiesta y una pasión que para comprenderla plenamente hay que vivirla. Y se los aseguro: siempre habrá un mendocino con una botella lista para ser abierta y saludarnos con una copa llena del mejor vino. ¡Será hasta la próxima, Mendoza!

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