La concentración en la noche previa no es el fuerte de Ingrid de Oliveira, la clavadista que con sus 20 años era una de las promesas para llevarse una medalla. Pero la tentación pudo más que el entrenamiento, y la joven deportista prefirió pasar la noche anterior a la competencia con Pedro Goncalves, otro participante de los Juegos.
Los resultados fueron decepcionantes, Ingrid tuvo un flojísimo desempeño y se fue con las manos vacias. Su compañera de habitación y coequiper en la competencia también se vio afectada y decidió denunciar a su amiga ante el Comité Olímpico, que finalmente decidió expulsarla. Una vez conocida la historia, ahora conoce en imágenes a la deportista que no puede contenerse.
