El presidente Mauricio Macri reclamó este martes "normalidad y responsabilidad" a los dirigentes "para que no sancionen leyes que pueden destruir un presupuesto que se acaba de aprobar hace solo cinco meses".
Lo hizo en el marco de la discusión que se da en el Senado en torno a la ley anti tarifazo que la cámara alta se encamina a aprobar la semana próxima, luego de que hoy el proyecto obtuviera el correspondiente dictamen de comisión.
Lo extraño del pedido presidencial es que apele al argumento del presupuesto. Se trata justamente de un presupuesto, como bien dijo el Jefe de Estado, que se acaba de aprobar hace solo cinco meses, y cuyas metas el propio gobierno incumplió por competo, ya que estimaba una inflación del 15,7% para todo el año (que seguramente se alcanzará en un semestre) y un dólar a $19,30, valor que ya superó con holgura la moneda norteamericana cuando recién vamos por el quinto mes.
Pero al Presidente, evidentemente, no le importó, por eso insistió en que "los legisladores tienen que entender que tenemos que ser previsibles y confiables". Lo hizo durante una charla pública con el director de la cámara de comercio de Estados Unidos en Argentina (Amcham), Manuel Aguirre, en la comida de gala por los 100 años de la entidad.
Otra pasaje poco feliz de su intervención fue cuando se refirió al tema docente. Macri dijo que hoy "la situación con los gremios docentes es tensa" pero que estos "cada vez representan menos a la mayoría de los docentes", lo cual no ayudaría demasiado a bajar esa tensión, se supone.
