Los trabajos de la "puesta en valor del Parque España" son sólo una promesa y los vecinos de los barrios de Barracas y Constitución se unieron para denunciar las irregularidades. El espacio está con cercas caídas, materiales de construcciones diseminados sobre el verde y lo que es peor, la ejecución de las obras muy retrasadas, lo que hace imposible que este verano puedan disfrutar del lugar.
"Los ciudadanos del sur de la ciudad somos considerados de segunda", dicen con amargura tras pasar por burocrátas que no les aportaron soluciones. Apuntando a los restos de los bancos, que fueron decapitados del histórico predio de 1871 de la avenida Caseros al 1500 aseguran: "En el Parque España se destruyó".
Los bancos de plaza, elegantes y de estilo, fruto de una herencia del patrimonio histórico de la zona, cuyos parques fueron diseñados por Carlos Thays, son ruinas donde se mezclan alambres, veredas que más que rotas parecen bombardeadas y suciedad.
"Este lugar era El Matadero que inspiró a Esteban Echeverría para crear esa obra señera del Romanticismo de 1837", aporta Beatriz. Cuenta que después de ser El Matadero del Sur se convirtió cerca de 1880 en el Jardin Botánico del Sur, en el que se cultivaron las distintas especies de arboles que poblaron las calles porteñas de principios de siglo XX.
Uno de los temores es que Parque podría ser "inseguro" para quienes practiquen deportes ya que los aparatos de gimnasia "se colocaron sobre superficies de lajas, centenarias e históricas" y entienden que "es un piso que puede producir lesiones ante caídas".
Otra de la luz roja que advierten para la prevención del dengue son los pequeños arroyos que se formaron por las pérdidas de agua y que se fueron convirtiendo en criaderos de mosquitos.
El verano está cerca pero, los porteños de esa parte de la ciudad, ven que la lentitud de las obras los va a privar de disfrutar al aire libre el Parque ya que no avanzan las tareas que se comenzaron en junio pasado.
LO QUE DICEN LOS VECINOS DE PARQUE ESPAÑA
- Las obras se iniciaron de manera inconsulta, en el marketing de "la participación", los vecinos en este caso no fueron tenidos en cuenta.
- En vez de "poner en valor" el Parque, las obras lo siguen degradando. La realización de caminos de hormigón de mas de 10 cm de espesor agregan toneladas de peso sobre el suelo, comprimiendo las raíces de los árboles, atentando contra su supervivencia en el tiempo. También cambian el régimen térmico del suelo y aceleran el escurrimiento de aguas, ya importante por la pendiente natural, nos explicó el ingeniero agrónomo Javier Turró, vecino activo que denunció que sembraron pasto sobre baldosas.
- La poda realizada, fue hecha sin criterio alguno, debilita aun mas los cada vez menos ejemplares arbóreos. Como detalles de color (bastante negro por cierto) en la poda se tiraron gran cantidad de nidos. También se dejaron plantas parásitas como el Higuerón o Agarrapalo (Ficus monckii) establecidos en jacarandá y tipa, que debilitan al árbol en el que se sustentan.
- Lo de los patios de lajas parece burla: no se respeta lo histórico, pese a lo comprometido.
- La empresa contratada parece bastante inoperante y poco conocedora del tema. Y fue contratada por adjudicación directa.
- No pudimos conocer el presupuesto ni el pliego de trabajo, lo que a la falta de participación ciudadana agrega escasa o nula transparencia.
- El dinero gastado, no lo es en beneficio de los ciudadanos, se instala pasto que se va a secar, se coloca mobiliario urbano en lugares que no son los recomendables, la obra carece de higiene y puede afectar a la salud.
