Ignacio Fernández se moría de ganas de jugar en River. No bien recibió la primera oferta, el volante habló con Pedro Troglio y le dijo que hagan lo imposible para que se haga el pase. Fueron más de diez días de negociaciones, ilusiones y tristezas hasta que ayer, finalmente, el deseo de Nacho se hizo realidad: el ex Gimnasia se hizo la revisión médica, firmó su nuevo contrato por cuatro años y medio en el estadio Monumental y luego viajó rumbo a Solanas para sumarse a la pretemporada con sus nuevos compañeros.
"Es un gran orgullo para mí llegar a este equipo, espero estar a la altura y poder darles a los hinchas muchas alegrías", aseguró el ex volante del Lobo.
El volante de 25 años tuvo un día agitado, pero lo recordará como el momento en que se cumplió el deseo que pidió a fin de año. Por la mañana pasó por la Clínica Rossi de Belgrano a hacerse los estudios pertinentes -le dieron bien-, por la tarde pasó por la cancha en la que comenzará a jugar como local para firmar el nuevo vínculo con el club de Núñez y por la noche se tomó un avión para llegar a Punta del Este y sumarse a la pretemporada que está haciendo el equipo que comanda Marcelo Gallardo en Uruguay.
El cuerpo técnico ya cuenta con tres de los refuerzos que le pidió a la dirigencia y en los próximos días, además de seguir insistiendo por Ignacio Scocco, intensificarán la búsqueda de un defensor central, el otro pedido que hizo el Muñeco para el nuevo River que está armando la temporada que arrancará oficialmente el mes que viene.
