Un artista distinto del fútbol tuvo Boca durante su carrera en Guillermo Barros Schelotto. Desde que llegó proveniente de Gimnasia de La Plata, en poco tiempo se transformó en ídolo. No solo por su estilo de juego, audaz, rápido, con gambeta. También por su lenguaje filoso y sus cruces en la cancha con otros futbolistas, en especial frente a River.
Se peleó con todos, aprovechaba los momentos justos para sacar ventaja. Muchas veces lo pagó caro pero en la mayoría salió beneficiado como por ejemplo en la semifinal de la Copa Libertadores ante el Millonario en el Monumental. Allí se la agarró contra cualquier que tuviera el color blanco y rojo.
Enfermó a Héctor Baldassi, hizo expulsar a Rubens Samueza que en ese entonces era un juvenil. Entró en el juego del Mellizo y lo pagó caro.
Luego también le dedicó una frase que quedará en los anales de ls historia entre Boca-River. "Ese señor, que no se cómo se llama, me está insultando" le tiró Guillermo a Javier Sodero, quien formaba parte del cuerpo técnico de Leonardo Astrada.
En el 2005, con Alfio Basile Boca ganó todo y también a River. En el Clausura de ese año, el Melli le dedicó un comentario a Leonardo Astrada que reclamaba la falta de balones para seguis disputando el juego. Leo se quejó: "Juez, ¿dónde están las pelotas?". El Mellizo, picante, le respondió: "Andá a buscarlas adentro del arco de Constanzo". El 7 Xeneize había marcado el primer gol de su equipo.
Pero está claro que el momento más alto de su historia ante el equipo de Núñez fue en el 2003 cuando convirtió dos tanto para amargarle el domingo al entonces equipo de Manuel Pellegrini.
Primero descontó tras un centro de Clemente Rodríguez y luego llegó el empate que hizo explotar la Bombonera con un festejo memorable.
Guillermo, un personaje único que enterró aquel jugador de lengua filosa por una personalidad fría, estricta aunque siempre tiene sus respuestas.
