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Así fue la experiencia del Lollapalooza en tiempos de streaming

Saltar en el living. Merendar y preparar la cena entre los cortes entre shows. El festival más grande que recibe la Argentina tuvo su versión televisada y la fiesta se hizo más grande.

Tener la pulsera para ingresar al Hipódromo de San Isidro y vivir la experiencia de ser parte de algo gigante no tiene comparación pero, realmente, para quienes se quedaron afuera por diferentes razones tuvieron una revancha: el Lollapalooza fue televisado por Flow y los recitales se pudieron ver, también, desde el sillón. 

En soledad, con pareja o el gato e incluso con un grupo de amistades: el plan de ver el festival por la tele fue una opción a la que recurrieron muchas personas y que se palpitó en redes sociales como si fuera un partido de fútbol del cual todos y todas están pendientes. 


La plataforma Flow garantizó una transmisión en vivo completa que incluyó a los shows pero que, también, abrió una ventana a lo que pasaba en el predio con una serie de entrevistas y móviles exclusivos.  

Los tres días fueron televisados y fue clave para fans de bandas que se sumaron al lineup cuando las entradas ya se habían agotado, tal es el caso de Airbag. Los hermanos Sardelli tocaron en el escenario Alternative el primer día del festival y es posible que la mayoría de su público haya estado tras las pantallas. 



La interacción en redes, los comentarios, las ganas de estar ahí mismo saltando o recordando viejas ediciones también fueron parte de una épica festivalera que inundó este fin de semana de marzo. Unas cien mil personas por día en el Hipódromo y otras cientos de miles en sus casas dijeron presente para ver a las bandas que les gustan y para descubrir artistas diferentes. 



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