Tras el intento de golpe de Estado el domingo pasado, en el que una multitud bolsonarista tomó las tres sedes de los poderes ejecutivo, legislativo y judicial y violentó los objetos y el patrimonio cultural que albergaban los recintos, el Gobierno detectó que, a través de Whatsapp y Telegram, se realizó una nueva convocatoria para este miércoles a las 18. Se difunde como una "mega manifestación nacional por la reanudación del poder".
"Lula no fue electo por el pueblo" decía un video reposteado en Twitter por el expresidente Jair Bolsonaro, en evidente desafío al proceso democrático que nombró vencedor a Lula da Silva. Más tarde, la eliminó, pero ya había trascendido entre los usuarios con la velocidad de la pólvora consumida.
A tan solo cuatro días de la movida golpista, las agencias de inteligencia del Gobierno detectaron que habrá una nueva manifestación masiva. Así es que el Ministerio de Defensa se prepara desde el martes por la tarde reforzando la seguridad de todas las rutas que conducen a Brasilia, y también habrá tropas federales escudando la puerta de los tres palacios.
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Además, los militares de todos los estados fueron informados y están alertas. A la espera de una masiva movilización, el municipio de Río de Janeiro suspendió los francos y vacaciones de todos los guardias para tenerlos a disposición. Cabe decir que la aprobación de la intervención federal facilitó la organización de todas las medidas que se prevén.
La protesta tendrá lugar este miércoles por la tarde, a las 18, y esta vez no se manifestarán solo frente a los palacios en Brasilia, sino también en todas las ciudades del país. Se esperan protestas en al menos 20 ciudades, Río de Janeiro y Sao Paulo entre ellas.
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Mientras tanto, la Justicia ordenó el bloqueo y embargo de las cuentas bancarias a Jair Bolsonaro y a otros funcionarios vinculados a la intervención del domingo pasado.
Este miércoles, el ministro de Justicia de Brasil, Flavio Dino, extendió el despliegue de las fuerzas federales en Brasilia hasta el 19 de enero, según el boletín oficial.
Por su parte, el jefe interino de seguridad del Distrito Federal de Brasilia, Ricardo Cappelli, tranquilizó a la población: "No hay posibilidad de que los hechos que ocurrieron el día 8 se repitan en el Distrito Federal", y agregó que se cerrará la Explanada a los vehículos, habrá barreras y bloqueos, y que no se permitirá que los manifestantes se acerquen a determinado punto de los edificios federales.
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De Moraes prohibió asimismo interrumpir la libertad de circulación de automóviles en todo el territorio nacional, así como el acceso a los edificios públicos, so pena de imponer una multa de 20.000 reales (3.850 dólares) para personas físicas y 100.000 reales (19.200 dólares) para personas jurídicas.
"Absolutamente nada justifica la existencia de campamentos repletos de terroristas, patrocinados por diversos financistas y con la complacencia de autoridades civiles y militares en total subversión al necesario respeto a la Constitución", manifestó el juez del Supremo Tribunal Federal de Brasil, Alexandre de Moraes.
