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Insólito: despiden a bibliotecaria por defender la bibliodiversidad

Ocurrió en Estados Unidos, en el Sistema de Bibliotecas del Condado de Campbell, Wyoming. Por quejas de "material sexual explícito" para menores de edad, la Junta ordenó retirar varios libros de educación sexual y con contenido LGBT, pero la directora se rehusó.

Foto: Jianan Liu/Huffpost.
Foto: Jianan Liu/Huffpost.

Terri Lesley llevaba ya 27 años como bibliotecaria y 11 como directora del Sistema de Bibliotecas del Condado de Campbell, Wyoming, y fue despedida por negarse a retirar alrededor de treinta libros sobre educación sexual y contenido LGBTIQ+.

"Esto se trata de hacer la biblioteca más responsable para proteger a los niños de material sexualmente explícito hasta que sean más maduros mentalmente, lo suficiente como para entender las consecuencias del sexo y los diferentes estilos de vida", declaró Charles Butler, miembro de la Junta de Campbell, County Public Library, quien decidió junto a los demás integrantes que Lesley ya no podía seguir trabajando allí.

La "batalla cultural", concepto que embarcó a Latinoamérica hace algunos años de la mano de Agustín Lage y el movimiento libertario, es un constante debate en Estados Unidos, donde algunos medios utilizaron esa etiqueta para referirse a este suceso. En nombre de la defensa de las infancias y adolescencias, se tienden a censurar consumos culturales siempre ligados a formas de existencia, de pensamiento y concepciones del mundo que no encajan en una moral sustentada en la religión y el racismo. Ahora fue el turno de atentar contra los libros.

"En este país, cuando empezás a retirar libros por tus códigos personales religiosos y morales, estás en contra de la Constitución. Esto es ridículo y estoy avergonzado", dijo uno de los asistentes a la audiencia pública en que la Junta decidió expulsar a Terri Lesley.

De acuerdo a la comunidad de Campbell, la bibliotecaria es muy amada, y esto quedó evidenciado aquel fatídico día en que fue despedida: cientos de personas concurrieron y le demostraron su apoyo.


Cómo se desató el infierno

En 2021, algunos ciudadanos acudieron a la bilioteca para quejarse acerca de supuestos contenidos sexuales en libros de las secciones infantil y juvenil, apuntando a títulos tales como How Do You Make a Baby?, de Anna Fiske y Doing It, de Hannah Witton. Para no dar rienda suelta a la imaginación; el libro de Fiske trata la reproducción sexual e incluye ilustraciones, y está dirigido a niñeces de entre 9 y 13 años. En él se enseña que un bebé puede nacer mediante relaciones sexuales o mediante fecundación in vitro. También se indica que hay gente que adopta y detalle cómo se lleva a cabo el parto, y si es vía natural o por cesárea.

En Doing It hay anécdotas y confesiones relativas al sexo. Dirigido a jóvenes, el libro funciona como una introducción educativo al mundo del sexo y también como guía para quienes ya son sexualmente activos. El contenido incluye cómo sostener un vínculo sano, habla de anticonceptivos y también de porno. La premisa es educar y empoderar a la juventud.

Por otro lado, ese mismo año, un adolescente escribió un post en el blog de la biblioteca durante el Mes del Orgullo, en el que celebraba autores LGBTIQ+, y algunas personas lo rechazaron; entre ellos, un policía le dijo que ese material era 'dañino' para la sociedad. Otro hecho relevante de odio ocurrió pocos meses más tarde, cuando se rechazó la contratación de una mujer transgénero en un evento en el que leería para toda la comunidad, algo común en las bibliotecas públicas. Tras conocerse su identidad de género, llovieron las quejas.

Algunas de las críticas que se hicieron tras estos acontecimientos es que la biblioteca se había convertido en  un "centro de adoctrinamiento" y que "el 60% de las lecturas para adolescentes era brujería".

A raíz de estos hechos, los miembros de la biblioteca le pidieron a Leslie que retirara cerca de 30 títulos, todos relacionados a la educación sexual y algunos con contenido LGBTIQ+. Ella se rehusó, por su creencia en que "una colección diversa de libros es crucial para una biblioteca exitosa" y también porque estaba preocupada por ser demandada por violar la Primera Enmienda de la Constitución, que prohíbe la censura pública.

"Considero que la comunidad sería dañada si no tiene acceso a una amplia variedad de información... Las bibliotecas públicas son para todos. Nuestra colección debería servir a todos los ciudadanos", sostuvo Leslie. De modo que, por respetar la Constitución y la diversidad, la Junta decidió despedirla.

Luego, en diálogo con CNN, la bibliotecaria dijo: "No hay nada en la biblioteca que pueda ser catalogado como pornografía, de hecho tenemos algunos libros de educación sexual y también de biología. Y es importante para la juventud tener acceso a ellos en caso de que tengan preguntas. En algunos hay contenido LGBT y siento que gran parte de las quejas fueron por eso.

Los motivos del repudio y el accionar de la Junta del Sistema de Bibliotecas del Condado de Campbell parecen claros y, en esta jugada, los mayores afectados son la libertad de expresión, la libertad a escribir, publicar, difundir y leer y, por supuesto, la comunidad LGBTIQ+ y la juventud en general, a la que se le intenta arrebatar el acceso a la información en un momento de la vida crucial para descubrirse y formarse.

 



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