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Higui metió un golazo de media cancha: la calle es fiesta y su absolución una realidad

Lejos queda aquel 2016 en que Higui se defendió de una brutal golpiza e intento de violación por parte de un grupo de hombres que la amedrentaban por ser lesbiana. Entonces nos tuvimos que tragar la bronca de una Justicia que la encarceló durante 8 meses por "homicidio" y salimos a reclamar hasta su liberación. Se logró pero faltaba su absolución. Ayer la Justicia respondió al reclamo feminista: Higui fue absuelta.

Foto: Rocío Bao
Foto: Rocío Bao

La última audiencia para determinar si Higui era absuelta, estaba programada para el 22 de marzo. Pero ayer, pasadas las 15 comenzó a correr la voz desde la Campaña por la Absolución de Higui, que se replicó en redes sociales: "Adelantaron los alegatos para hoy, necesitamos que vengan a apoyar".

¿Cómo iba a hacer? Me tenía que ir a otro lugar, había ido a cubrir el martes y ya tenía todo planificado para volver el 22 al Tribunal, donde sabía, íbamos a ser cientos de personas exigiendo la absolución. Mientras me bañaba decidí rápido -y sin pensar demasiado- dejar los otros compromisos y volver al Tribunal de San Martín. Agarré la cámara, una botella de agua y salí para allá.

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Llegué rápido, pasadas las 18, estaba inquieta. Había varias personas y mientras corrían los minutos se sumaban más, crecía el agite y la ansiedad. Todo podía pasar. El miedo entre compañerxs y amigxs con quienes conversaba se palpitaba con fuerza: el adelanto de los alegatos sugería que la tan deseada -y justa- absolución podría no suceder. Había más policías que de costumbre en las puertas del Tribunal y, sumado a ello, nos avisaban que iban a levantar el corte que se mantenía de esquina a esquina en Av. Balbín al 1700. Pero la contrarespuesta pacífica y sorora llegó rápido. Muchxs manifestantes con vehículos fueron a las esquinas y los cruzaron para que el corte pueda permanecer en el mismo lugar e Higui pudiera escuchar nuestras voces, los cantitos, el ardor de las gargantas.

Foto: Rocío Bao
Foto: Rocío Bao

"Una lesbiana se defendió, se llama Higui, queremos la absolución", repetíamos cantando y saltando hasta el cansancio.

Foto: Rocío Bao
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Empezaba a oscurecer de a poco pero el agite no paraba. Tardaron en prender las luces de la entrada al Tribunal y mientras lxs fotógrafxs nos amontonábamos con mezcla de torpeza, necesidad de registrar cada suceso, amor y respeto (por momentos nos pedían que no sacáramos fotos, y luego nos dijeron que podíamos hacerlo, pero que no apabullemos a Higui cuando saliera). Nos quedamos cerca de la entrada, mientras desde la Campaña armaban un cordón de protección. Realmente, todo podía pasar.

Foto: Rocío Bao
Foto: Rocío Bao

Pero de repente una de las organizadoras se nos acerca y nos dice con una emoción contenida: "Parece que la absolvieron, pero todavía mantengamos la calma. Hay que confirmar".

Foto: Rocío Bao
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A los cinco minutos, otra de las organizadoras dijo: "Ahora sí podemos festejar, absolvieron a Higui". Fue como si, de forma inminente, una grieta se abriera en el centro mismo del patriarcado. No lo dijeron, pero lo sabíamos: la Justicia dictaminó en respuesta a los reclamos y la presión de un feminismo enorme que militó primero por su liberación y luego por su absolución.

Foto: Rocío Bao
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Foto: Rocío Bao
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Higui le metió un golazo de media cancha a sus agresores. La calle era pura fiesta, abrazos, llanto, risas. Salió del Tribunal con la pelota y, finalmente, la total libertad en sus manos. Nos habló a todxs, nos abrazó, reclamó por la aparición de Tehuel y por todas las pibas y pibes trans que sufren. Reclamó contra el gatillo fácil. Higui es barrio, es pueblo.

La decisión de los jueces en esta causa representa un giro indescriptible, un hito en la historia judicial argentina que siempre supo priorizar la masculinidad, y revictimiza a las víctimas de violencias de género.  

Foto: Rocío Bao
Foto: Rocío Bao


Esta lucha marca un indiscutible precedente. No hay marcha atrás. Higui fue absuelta. Ahora nos permitimos que la calle sea fiesta, porque se resiste con alegría, con saltos, en multitud o entre pocxs. Higui unificó la fuerza del feminismo, nos interpeló. Ahora tenemos más certezas, ahora tenemos más fuerzas. "Una lesbiana se defendió y con la lucha se logró la absolución"...

Foto: Rocío Bao
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Foto: Rocío Bao
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