Pakistán fue azotado con devastadoras inundaciones a causa de un monzón diez veces más potente de lo habitual, resultando así afectada una tercera parte de su territorio. El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) alerta que más de 3 millones de niñeces están en riesgo de contraer enfermedades transmitidas por el agua, ahogamiento, desnutrición y otras consecuencias graves.
Debido al fatal cambio climático, que se viene recrudeciendo año tras año, millones de personas se han visto desplazadas de sus hogares y ya se habla de una cifra superior al millón de víctimas mortales. Entre ellas, habrían perdido la vida alrededor de 400 niños y niñas, y el recuento continúa elevándose.
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Las niñeces son uno de los sectores más vulnerables ante las crisis climáticas; su salud se ve amenazada por la desnutrición, infecciones respiratorias y diarrea, entre otros. La educación, ya perjudicada durante los años de pandemia de la COVID-19, se verá temportalmente interrumpida debido a los daños en la infraestructura arrasada por el agua. Hospitales, escuelas, granjas, puentes hogares y otros centros de importancia para la sociedad quedaron en ruinas, y la Unicef está trabajando con organismos gubernamentales y otros aliados para que los niños y las niñas reciban el apoyo que necesitan.
Más de tres millones de niños y niñas necesitan asistencia humanitaria debido a las inundaciones más graves en la historia reciente de Pakistán.
— UNICEF en Español (@UNICEFenEspanol) August 31, 2022
Con el apoyo de sus aliados, UNICEF está trabajando para suministrar agua potable, equipos médicos y medicamentos. pic.twitter.com/a3Zfo9yUT2
Según el Índice de Riesgo Climático Infantil de Unicef, Pakistán ocupa el puesto 14 en la categoría de "Riesgo extremadamente alto", entre 163 países y regiones clasificadas, lo que lo califica como un punto crítico climático.
