Este lunes se llevará a cabo una nueva jornada de audiencias -convocada por la Legislatura porteña- en las que se definirá el futuro de la ex ciudad deportiva de Boca, en el marco de un plan de desarrollo inmobiliario que la empresa IRSA planea construir en ese predio de 71 hectáreas, con el incondicional apoyo del Gobierno porteño, pero con el rechazo de vecinos y organizaciones sociales.
Las audiencias se retomarán hoy a las 12, luego de haberse iniciado el viernes último, con la exposición del secretario de Desarrollo Urbano de la Ciudad de Buenos Aires, Álvaro García Resta, quien afirmó que la nueva urbanización "Costa Urbana", tal como la denomina el grupo IRSA, permitirá "recuperar 48 hectáreas de espacio público".
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Sin eufemismos, la Costanera Sur funciona hoy como un pulmón para la Ciudad, que peligra frente a "Costa Urbana", proyecto inmobiliario que incluye la construcción de torres de 45 pisos, un espacio -reducido- de uso público y calles internas pero, para su construcción, IRSA necesita que la Legislatura porteña modifique las normas urbanísticas del terreno, habilitado actualmente solo para actividades deportivas.
A cambio, la firma se comprometió con el Gobierno local a dejar una parte del predio como parque público y financiar su mantenimiento por diez años.
La Ciudad Deportiva de Boca fue comprada por IRSA en 1997 y, desde entonces, permanece cerrada.
La audiencia pública de Costa Urbana se extenderá hasta el 8 de noviembre y cuenta con 2.593 inscriptos.
También expusieron el viernes Diego Zang, apoderado de la Unión Obrera de la Construcción (Uocra) y .
Diego Armando González, delegado de la junta barrial Rodrigo Bueno, ambos a favor por el beneficio que lleva al sector y al barrio lindero.
En tanto, rechazaron la iniciativa desde el Frente de Izquierda, Amanda Martín, que afirmó que el proyecto "consolida una nueva entrega de tierras que va a agravar la falta de espacios verdes y de acceso al río".
También lo rechazó el presidente del Observatorio del Derecho de la Ciudad, Jonatan Baldiviezo, que afirmó que se trata de "la síntesis de un modelo urbano privatista basada en el despojo y la destrucción de bienes comunes".
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Las tierras de la ex Ciudad Deportiva eran públicas hasta que, en 1964, el Congreso nacional las cedió a Boca Juniors con la condición de que no las vendiera y las destinara solo a actividades deportivas pero el club no cumplió y, en cambio, las vendió en 1992 a la sociedad Santa María del Plata, que a su vez las cedió a IRSA.
Por su parte, María Eva Koutsovitis, coordinadora de la Cátedra de Ingeniería Comunitaria de la Universidad de Buenos Aires (UBA), quien argumentó que este tipo de proyectos son en gran parte "responsables de la actual crisis ambiental, climática y habitacional de la ciudad".
