Fiel al estilo que biene imprimiendo a su gestión, en consonancia con las políticas represivas del Ministerio de Seguridad de la Nación a cargo de Patricia Bullrich, el jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, celebró la violencia con la que la Policía de la Ciudad reprimió a sangre y fuego la protesta social que se desarrolló este miércoles en la Av. 9 de Julio.
"Nadie en la Ciudad está por encima de la ley", dijo con cara seria Macri, escoltado por el titular de Seguridad porteña, Waldo Wolff, y el jefe de la Policía local, Diego Kravetz.
Sobre el operativo, que terminó con numerosos heridos, algunos de ellos con bala de goma (entre ellos varios periodistas) Macri lo calificó como "histórico".
Represión: la Policía baleó y detuvo a trabajadorxs de prensa
“El operativo fue excelente. La Policía de la Ciudad le puso el cuerpo a la decisión política que tenemos, fue para nosotros un orgullo”, sostuvo el primo de Mauricio Macri en el Centro de Monitoreo de Chacarita.
Durante el operativo fueron detenidos diez manifestantes y trasladados a la Comisaría 8ª.
“Esperamos que con las pruebas que les vamos a entregar a la Justicia, todos tengan consecuencias serias. Tenemos ocho policías heridos, dos de ellos que revisten algún grado de importancia y gravedad, uno con una contusión importante", sostuvo Macri, que también mencionó, al pasar, que "hubo dos periodistas lastimados, lo que obviamente lamentamos”, dijo.
Asimismo, le dio a la represión de este miércoles un carácter de advertencia a futuro, y disparó: "Nuestra decisión es inquebrantable. Es una decisión firme, que es garantizar la posibilidad y la libertad de todos los ciudadanos a circular, a poder estudiar, y también a manifestarse en el marco de los protocolos que nosotros definimos”.
