"Yo chateaba con Perón" y otros momentos clave del homenaje a León Gieco

Fue una de esas noches en las que la música y la cultura popular de la Argentina atravesaron a lxs presentes, a quienes seguían la fiesta desde sus casas y al propio homenajeado, claro. León Gieco cumplió 70 años este 20 de noviembre y el Centro Cultural Kirchner (CCK) se vistió de fiesta nacanpop.

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Se trató de una fiesta de más de tres horas en las que el cumpleañero estuvo presente y participó de algunas de las versiones de sus clásicos, además de contar anécdotas de su vida y trazar líneas que conectaron hechos centrales de su vida con el hoy y con aquellxs que siguen siendo parte de su carrera profesional.

Y también estuvo Perón, a su manera.

"Yo chateaba con Perón", disparó León poco después de comenzada la velada que durante más de tres horas se extendió en la sala de la Ballena del CCK.

La anécdota apareció cuando el músico contaba sobre lo que fue su época como trabajador de la hoy extinta Entel (Empresa Nacional de Telecomunicaciones).

"Cámpora antes de ganar las elecciones (en 1973) iba a la oficina nuestra, en Maipú y Corrientes (CABA), en el subsuelo, a pasar télex... a pasarle télex a Perón", introdujo Gieco, que puntualizó: "Entonces, una vez que le pasaba la cinta que era el télex nos quedábamos chateando. Yo chateé con Perón", completó entre aplausos y ovaciones de la sala, las que el músico coronó poniéndose de pie para un saludo ad hoc a la platea.

Se trató de una de las muchas anécdotas del León, que en el escenario estuvo acompañado por músicos como Raúl Porchetto, Javier Malosetti, Víctor Heredia, Teresa Parodi, lxs Eruca Sativa y otrxs que a su momomento se apoderaron del escenario y se hicieron carne y música de clásicos que desde el momento mismo de su ejecución se transformaron en inolvidables.

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Aquí algunas de las que por mucho tiempo seguirán dando vueltas por las cabezas de quienes asistieron a la fiesta.

La primera canción de la noche estuvo a cargo de Ricardo Mollo, que eligió el primer clásico de León, Hombres de hierro (1973), de su primer álbum, que fue a su vez el primer disco producido por su amigo de toda la vida: Gustavo Santaolalla.

A ese temazo le sucedió otro, La colina de la vida (1976), del álbum Porsuigieco. Sin embargo la canción fue interpretada por otro eterno amigo de León, Víctor Heredia, a quien se sumó el cumpleañero para clavar otro highlight de la noche.

El mencionado Santaolalla formó parte de las menciones de Gieco en más de una oportunidad y entre ellas se coló un momento que podríamos definir como fundacional en la carrera de León. Contó el autor de Solo le pido a Dios que cuando recién se iniciaba y a poco de haber conocido a Santaolalla, le comentó que le habían ofrecido grabar un disco con canciones de los Bee Gees en castellano. "Bueno, pero acá no vuelvas más", le disparó el entonces integrante de Arco Iris. Y así fue que comenzó un camino que hoy continúa.

De la primera banda de Gieco apareció en los parlantes Si ves a mi padre (1974), del grupo iniciático de León, la Banda de los caballos cansados. La cantó Chizzo Nápoli y acompañó en guitarra Rodolfo Gorosito además de la agrupación que comandó Lito Vitale en teclados durante toda la velada.

"¡Yo quería irme a Brasil y estoy trabajando!, dijo León a modo de confesión durante uno de los pasajes charlados de la noche, cuya conducción estuvo a cargo de la directora de Radio Nacional Rock, Mikki Lusardi, y y el actor y músico Mex Urtizberea. Y es que el cantautor había planeado pasar su cumpleaños alejado del barullo porteño en alguna playa carioca. Pero no sucedió, como tampoco el guión del evento, tal como el propio homenajeado se ocupó de disparar a poco de comenzado.

Otra de las muy buenas versiones que se escucharon el sábado en el CCK fue la que interpretaron Porchetto y Gieco de Todos los caballos blancos (1973).

Luego llegó uno de los grandes pasajes musicales de la noche, a cargo de Javier Malosetti, que puso su altísimo nivel interpretativo a las órdenes de Cachito campeón de Corrientes (1978).

"Compuse Cachito campeón de Corrientes y Solo le pido a Dios el mismo día", comentó como al pasar Gieco, quien rememoró el momento en que le mostró ambas canciones a su padre, quien le auguró que Solo le pido a Dios sería un éxito.

Más tarde apareció Juan Carlos Baglietto para imprimirle su vena interpretativa a La navidad de Luis (1980) , otro de los pasajes de alta emotividad de la jornada en la Ballena.

La aparición de Santiago Santaolalla fue en pantalla para tocar Pensar en nada (1981) en guitarra eléctrica y acompañado por León desde su butaca del escenario. Otro momentazo.

Lo mismo sucedió con Teresa Parodi y el socio desde hace largos años de León en sus aventuras musicales, Luis Gurevich, quienes junto a León hicieron Todos los días un poco (1992).

Otro de los himnos de León Gieco, Cinco siglos igual (1992) del muy elogiado disco Mensajes del alma, estuvo a cargo vía video de quien es uno de sus ahijados artísticos, Abel Pintos.

Cerca del cierre, la enorme versión de El ángel de la bicicleta (2005, dedicada a Pocho Lepratti, víctima de la Policía en diciembre de 2001) a cargo de Nadia Larcher marcó uno de los pasajes que quedarán grabados a fuego en la memoria de quienes se acercan a esta interpretación vivida y sentida como pocas. Un himno contra la violencia institucional que en voz de la cantante se reconfigura y amalgama con el pedido a viva voz que la artista hizo sobre el final: "¡Dejen de matar a los pibes!". La revisión del track del disco Por favor, perdón y gracias motivó que el propio León dijera que interpretaciones como las de la artista le hacen dar cuenta de las cosas que los autores no ven de sus canciones y sí descubren otrxs músicxs cuando se acercan a ellas,

Antes del cierre, Eruca Sativa le hizo justicia a El desembarco (2011), para, en la culminación de la noche, todos y todas las músicas presentes se aglutinaron sobre el escenario para el broche de oro natural: Solo le pido a Dios (1978) sin dudas el hit definitivo de su autor, la canción que grabó en plena dictadura militar y cantaron desde Mercedes Sosa hasta Bruce Springsteen y que León grabó después de haber estado por descartarla para el que fue su cuarto disco y que finalmente entró luego de que Charly García pasara por el estudio donde se había grabado, la escuchara y dijera "¡esto es un hit!".

Feliz cumpleaños, León Gieco o, como diría Mercedes, ¡Gracias, León!.

El homenaje completo