El Partido Democrático Laborista (PDT) de Brasil pidió impugnar la candidatura del presidente del país, Jair Bolsonaro, de cara a las próximas elecciones, al acusarlo de a "abuso de poder" por su errático discurso en los festejos por el bicentenario del Día de la Independencia.
El partido opositor presentó ante el Tribunal Superior Electoral (TSE) una demanda para investigar al mandatario por "abuso de poder político y económico" durante los actos que conmemoraron los 200 años de la Independencia del país de Portugal, celebrados el día miércoles de esta semana.
Bolsonaro ignoró la fecha patria en los festejos por el bicentenario para concentrarse en dos actos multitudinarios en Brasilia y Río de Janeiro, en los que, como de costumbre, acusó a la corte suprema de actuar en desobediencia de la Constitución y atacó a su rival electoral con más votos, el exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva. Además, se jactó de su vigor sexual gritando varias veces la palabra "imbrochável", que indicaría una supuesta potencia sexual inquebrantable.
Para el PDT, es importante que los actos del Día Nacional de Brasil se dediquen a enaltecer "un hecho histórico para el país". Actos que, dado los discursos de Bolsonaro, se tornaron en una suerte de "plataforma electoral (...) financiada con dinero público".
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Entre 13 y 10 puntos por debajo de Lula en las encuestas, Bolsonaro decidió lucirse con el apoyo de las Fuerzas Armadas para ejercicios militares por el Día de la Independencia al servicio de sus actos, de cara a luchar por su reelección e intentar ganarse los votos de aquellas personas aún indecisas.
El mandatario, que habitualmente critica al Supremo Tribunal Federal (STF, corte suprema) y a la justicia electoral por considerar que conspiran contra él, elevó la apuesta y prometió que pondrá en su lugar a quien juegue fuera de la Constitución, diciendo: "Pueden tener la seguridad de que es obligación de todos los poderes jugar dentro de las reglas de juego de la Constitución; con una reelección, haremos respetar las reglas de juego de la Constitución a todos aquellos que se atrevan a estar fuera de ella".
Junto a él, en el acto estuvieron la primera dama Michelle Bolsonaro, el vicepresidente Hamilton Mourao, el magnate Luciano Hang y el pastor evangélico de ultraderecha Silas Malafaia.
El acto central en Brasilia estuvo financiado por empresarios del agronegocio de los estados sojeros del centro del país, que a su vez, llevaron a miles de militantes hacia la Explanada de los Ministerios.
Haciéndose oír en el acto, los seguidores de Bolsonaro pedían intervenir el STF mediante un golpe militar para remover a los jueces que asumieron con otros gobiernos.
En el acto se notó la ausencia de los jefes del Senado, de Diputados y los de la corte suprema.
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