Las fuerzas de seguridad al mando de Patricia Bullrich recibieron la orden de reprimir a sangre y fuego y así lo hicieron. Centenares de uniformados cargando armas, gas y escudos atacaron con virulencia a las pocas personas que quedaban manifestándose ante el Congreso de la Nación.
Las calles que rodean al Congreso tienen marcas de sangre a cada paso. Las balas de goma de las jaurías policiales no dejaron a nadie en pie. Numerosas personas con agujegos de balas de goma en sus piernas y espaldas, algunos también con la cabeza rota, intentaban salvarse de los palos y de seguir siendo lastimados.
Hasta periodistas de las señales C5N y Crónica, entre otros medios, fueron víctimas de la brutalidad policial.
Debate caliente: todos los cruces en Diputados tras la represión policial
Quien también fue víctima, otra vez, de la violencia policial fue el dirigente del Polo Obrero Eduardo Belliboni, quien volvió a ser atacado con gas pimienta por uniformados.
Mientras tanto, dentro de la Cámara de Diputados la oposición encarnada en Unión por la Patria y el Frente de Izquierda llamaban a suspender la sesión ante los hechos de represión salvaje que se registraban afuera.
Al menos 15 personas debieron ser atendidas por personal médico, algunas de ellas fueron trasladadas a centros de salud.
En las calles, en medio del caos generado por la Casa Rosada, diputados de la oposición no "dialoguista" como Myriam Bregman, Leandro Santoro, Nicolás del Caño, Máximo Kirchner y Victoria Tolosa Paz intentaron atemperar los ánimos, pero algunos de ellos fueron corridos y asediados por las fuerzas, según puntualizó Del Caño.
Moción de cuarto intermedio
En ese contexto, Romina del Pla lanzó dentro del recinto una moción para que el debate en la cámara baja entre en receso y el jefe del bloque kirchnerista, Germán Martínez, avaló la propuesta y pidió un cuarto intermedio.
El pedido fue rechazado en una votación a mano alzada por La Libertad Avanza y sus socios del PRO, la UCR y el bloque que maneja Miguel Pichetto.
