Es uno de los políticos no argentinos más queridos dentro de nuestras fronteras y, con un personaje como Javier Milei ocupando la Casa Rosada, lo que tenga para decir sobre nuestra realidad es más que atendible.
El expresidente de Uruguay José "Pepe" Mujica se refirió al reciente paso en falso de Milei en la cumbre de Davos, donde enamoró a empresarios voraces pero espantó a casi todo el círculo rojo político y periodístico del planeta.
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El querido Pepe consideró, por Radio 10, que Milei deforma el significado de la palabra "libertario" y que, en resumen, es un "trágico personaje de historieta”.
"Nosotros los trabajadores no somos parásitos”, sentenció Mujica en relación a las violentas palabras del jefe de Estado argentino. Para ser más claro, además, dijo que Milei “se pasa por el forro” la evidencia científica porque es un fanático.
Según apuntó Mujica, Milei y sus acólitos “le cambiaron todo el sentido a la palabra” libertario. "Se llaman libertarios y defienden un capitalismo sin frenos, sin ninguna regulación ni nada por el estilo. Es como si no existiera la tendencia a la concentración y de los monopolios”, disparó.
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“Recordaba. cuando sentía el discurso de Milei, aquellos sueños que mis mayores compañeros de agrupación hace 74 años tenían por delante. Cosa curiosa: cómo cambia el sentido de las palabras, porque aquellos se sentían orgullosamente libertarios y ahora qué sé yo qué es lo que quieren decir con la palabra libertarios”, continuó.
Pero no quedó ahí la cosa, ya que luego completó con que "estos que se llaman ‘libertarios’ deberían de llamarse ‘liberismo’ porque es anterior al liberalismo, porque deja por el camino los mejores aportes que hizo el pensamiento auténticamente liberal de algunos tiempos, como Adam Smith, que defendían la iniciativa privada pero llamaba la atención sobre las confabulaciones que hacía frecuentemente el mundo paternal, ya en su época, para mejorar la tasa de ganancias”.
En otro orden, amplió aún más la mirada sobre las palabras del ocupante de la Casa Rosada y señaló: “Esto de plantear que los defectos los tienen los otros y que nosotros tenemos todas las virtudes no solo es un disparate, es una negación de la realidad. Necesitamos mercado, necesitamos regulación, desgraciadamente necesitamos Estado porque nos transformamos en una selva. Y si el Estado tiene defectos, luchemos por mejorarlo, pero no nos quedemos a la intemperie”.
“Me parece que debemos aprender que vivir es andar y sacar conclusiones. Este señor tendrá el éxito que le marque la historia. Será un trágico personaje de historieta, me parece", sentenció, implacable.
