Este lunes la Cancillería china brindó sus felicitaciones a Luiz Inácio Lula da Silva por su victoria en la elección presidencial brasileña, que lo llevará a conducir al gigante sudamericano por tercera vez, y le deseó "nuevos éxitos".
"Estamos deseando trabajar con el nuevo gobierno brasileño dirigido por Lula, para llevar la relación global estratégica entre China y Brasil a un nuevo nivel, y beneficiar mejor a los dos países y los dos pueblos", dijo el portavoz del Ministerio chino de Exteriores, Zhao Lijian, en una rueda de prensa, según divulgó la agencia de noticias AFP.
El líder del Partido de los Trabajadores ganó en el balotaje con un 50.9% (lo que equivale a 60.345.999 votos) frente al 49.1 % (58.206.354 votos) alcanzado por el actual mandatario, Jair Bolsonaro.
Bolsonaro aún no ha hablado sobre los resultados de las elecciones. No felicitó a su contrincante ni habló con la prensa ni sus ministros. "El presidente se fue a dormir" dijo su secretario a los ministros la noche del domingo.
Lula recibió también felicitaciones de todos los países de la región, EEUU, la Unión Europea, Reino Unido, India y Rusia.
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Relaciones entre China y Brasil
China y Brasil son socios en el bloque BRICS, que integran tambien India, Rusia y Sudáfrica. Además, este año se dio el visto bueno para la integración de Argentina.
El compromiso entre China y Brasil data de décadas y décadas. La relación se estrechó en la década del 70, cuando, a pesar de las diferencias en cuanto a los sistemas políticos, ambos países encontraron similitudes en los fundamentos base de la política exterior; como la aspiración a la autonomía internacional y el énfasis en la soberanía nacional y la integridad territorial. Además sus políticas coincidían en la oposición a la diplomacia de derechos humanos de EEUU y al proteccionismo comercial de los países desarrollados.
En 2002, China se convirtió en el principal destino asiático para las exportaciones brasileñas; desplazando a Japón. El principal producto de exportación es la soja.
Lula se ha mostrado, en su último gobierno, propenso al diálogo con Beijing. Fue durante su gobierno, en 2009, cuando China se convirtió en el principal socio comercial de Brasil, beneficiándose del contexto internacional del boom de las materias primas.
Celso Amorim, el ministro de Relaciones Exteriores durante el gobierno de Lula y actualmente su más importante asesor en asuntos internacionales, dijo en una entrevista con Diálogo Chino que, si el ex presidente es elegido, China tendrá un lugar importante en su política internacional. "Retomaremos las relaciones desde donde las dejamos en los gobiernos de Lula y Dilma, con muy buena asociación y muy buena coordinación", declaró el ministro.
"Las inversiones en energía serán muy bienvenidas. China ha desarrollado muchos equipos para la energía solar", dijo el exministro de Relaciones Exteriores. De hecho, China se ha mostrado interesada en expandir los pactos comerciales con Brasil en otras áreas, como la tecnológica, por ejemplo con su plan de dominio del 5G en América Latina. "La cooperación de Brasil, del Mercosur o de América del Sur con China en el área del combate al calentamiento global es absolutamente fundamental".
Entre 2007 y 2020, el país representó el 35% del stock de inversiones de China en América Latina, según un informe del Consejo Empresarial China-Brasil (CEBC).
Desde la campaña electoral de 2018, Bolsonaro adoptó, al contrario, un discurso agresivo con respecto a China, con declaraciones, por ejemplo, de que el país asiático y sus empresas estarían "comprando Brasil". También han habido diversas controversias, como un tuit de uno de sus ministros donde expresaba que la culpa de la pandemia por Covid-19 había sido del gigante asiático.
