Por Cecilia DíazViolenta represión contra adolescentes que estaban rapeando en una plaza
Estaban con una competencia de freestyle y danza. Eran alrededor de 40 y la mayoría tenían menos de 15 años. La Policía pidió documentos con actitud violenta. La situación terminó con tiros al aire, golpes y un maltrato repudiable. Infonews habló con uno de los abogados que interviene en el caso.
01 de agosto de 2022 - 16:29
Por Cecilia Díaz
“Nos juntamos en la plaza, al frente del colegio nacional, para realizar una competencia de baile y de rap: estaban los chicos rapeando y se acercó un policía a decir que los chicos estaban fumando ‘faso’ y nada que ver. Ahí el policía empezó a violentarse porque uno de los chicos le pidió que se identificara y él no quiso identificarse”, en ese momento “procedieron a identificar a todos los organizadores y a uno de ellos lo requisaron violentamente: le bajaron los pantalones, lo esposaron y se lo llevaron contra la camioneta”.
El relato llega desde San Luis y es de los chicos y las chicas que forman parte de la organización de "Suena el Bajo". Eran alrededor de 40 jóvenes, la mayoría adolescentes de entre 13 y 15 años, que alientan a mantener un espacio de libre expresión libre de drogas y alcohol pero que fueron víctimas de la represión policial.
En diálogo con Infonews, el abogado Martín Loayza advirtió que que fueron golpeados y que la Policía mintió al decir que había nueve efectivos heridos porque incluso les hubiera sido imposible poder resistirse por una cuestión física dado que los chicos son "muy menuditos".
"Ayer a la tarde, en el marco de una competencia de freestyle y de baile de género urbano, se apersonó personal policial de la provincia de San Luis requiriendo los DNI de los chicos y chicas que estaban involucrados, que eran alrededor de 40. Obviamente se generó cierta resistencia porque los chicos estaban en una actividad cultural, artística. Incluso tienen como premisa que no haya bebidas alcohólicas, que no haya drogas, que sea lo más sano posible porque, justamente, van muchos chicos en edad de adolescentes: 13, 14, 15 años", precisó el abogado.
Loayza señaló que "la Policía empezó a pedir documentos y por portación de rostro empezó a querer requisar a los chicos. Los chicos, los más grandes, obviamente plantearon de que no estaban los testigos para que la requisa fuese válida, a lo que la Policía contestó con violencia y con prepotencia haciéndose valer por su calidad de autoridad pública".
"Los chicos obviamente no estuvieron de acuerdo y se generó una discusión verbal que terminó con una violencia de parte de la Policía hacia los chicos. Los chicos intentaron hacer valer sus derechos y en menos de cinco minutos casi todo el personal que anda patrullando la ciudad se hizo presente en el lugar. Había más de 30 oficiales de Policía. Y se generó una situación de violencia muy triste porque había muchos adolescentes que fueron golpeados, empujados, maltratados por parte de la Policía", relató el letrado, quien llegó al lugar cuando los chicos ya estaban esposados y también se dirigió a la comisaría.
Los mudaron la competencia hasta la puerta de la comisaría y no se fueron hasta que salió el último chico. "Nos hicimos presentes con el doctor Enrique Constanzo y solicitamos la presencia de la fiscalía y se hizo presente encabezada por la doctora Virginia Palacios. La causa se caratuló como Averiguación de Resistencia a la Autoridad y hubo seis jóvenes detenidos, uno de ellos mujer. Y tres menores de 15 años detenidos que estuvieron en la comisaría y fueron entregados a sus padres", señaló el abogado, quien explicó que los próximos pasos serán presentarse como querellantes en la causa.
En redes sociales, los adolescentes protagonistas del encuentro contaron: "Cuando empezamos a grabar -los abusos-, nos empezaron a decir que nos iban a llevar por grabar: se llevaron a uno por estar grabando, en ese momento otro rapero consulto ‘¿porque se lo llevaban?’ y le empezaron a pegar entre 5 efectivos. También arrastraron a una chica por estar grabando y le quitaron el celular”.
La violencia quedó plasmada en el cuerpo de los chicos dado que, tal como mencionó el abogado, "fueron golpeados y manifestaron que los policías con las manos en las esposas les pegaban en las costillas. Uno de los chicos tenía el ojo negro".
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