Tras el desastroso sismo que alcanzó una magnitud de 7.8 y que afectó a una buena parte del territorio de Turquía y Siria, las secuelas siguen evidenciándose: los muertos superan los 11.000 y los heridos 55.000, sin contar toda la infraestructura completamente dañada. Mientras tanto, Siria ve dificultada la llegada de asistencia humanitaria dado que el 70% de la línea fronteriza de Siria está controlada por Estados Unidos, y lidia con las sanciones unilaterales impuestas por esa potencia. Varios países y organismos de derechos humanos ya han solicitado a EE. UU. que levante las medidas que agravan aún más la catástrofe.
El ministro de Asuntos Exteriores de Siria, Faisal Al-Mekdad, afirmó este miércoles que las medidas impuestas por Occidente obstaculizan el arribo de medicamentos y ayuda humanitaria. Si bien las autoridades estadounidenses expresan que las sanciones no afectan la ayuda humanitaria, en realidad estas “no dejan que nada llegue a Siria”.
Además, Al-Mekdad recordó que la Casa Blanca y la Unión Europea presionan a terceros para que no negocien acuerdos económicos con la nación árabe.
Estados Unidos invadió el territorio sirio hace años; tiene instaladas bases militares en la zona kurda —al nordeste de Siria— donde se encuentran los yacimientos petrolíferos que saquea y explota.
Por su parte, el funcionario señaló que "las sanciones contra Siria agravaron aún más el desastre".
En una entrevista con el canal Al Mayadeen, Al-Mekdad dijo que "las sanciones de EE.UU. impiden a Siria acceder a cualquier cosa, incluso a medicamentos", y recordó que la ayuda humanitaria "no está sujeta a las sanciones, de acuerdo con el derecho internacional".
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"Sabemos que el sismo ha afectado principalmente a la parte norteña de Siria. Muchos territorios están disputados. Muchos territorios están bajo el control de oposición. Será un desafío llegar hasta allí. Este es un país que ha sufrido 11 años de guerra. La infraestructura está dañada", manifestó el coordinador humanitario de Naciones Unidas, Jens Laerke.
A las voces de denuncia se suman las del presidente de la Media Luna Roja siria, Khaled Hboubati, y la ministra de Relaciones Exteriores de China, Mao Ning: el primero llamó este martes a la Unión Europea a que levante las sanciones para facilitar la entrega de la asistencia humanitaria a las zonas afectadas; y la segunda dijo que las permanentes intervenciones militares estadounidenses y las duras sanciones económicas han causado numerosas muertes entre la población civil, al privar al pueblo sirio de los medios para satisfacer necesidades básicas para la vida y bloquear el desarrollo económico y la reconstrucción del país.
"Incluso hoy, tropas estadounidenses siguen ocupando los principales campos petroleros de Siria, saqueando más del 80 por ciento de la producción de petróleo del país, y han contrabandeado y quemado las reservas de cereales de Siria, exacerbando la crisis humanitaria que se vive allí", añadió la vocera.
Mientras Estados Unidos niega tales efectos y afirma que está coordinando el envío de paquetes de ayuda a Siria, el mismo lunes en que el desastre sucedió, más de 300 efectivos militares y 60 unidades de equipos rusos fueron desplegados en Siria para ayudar a remover escombros, rescatar a víctimas de los temblores y prestarles asistencia.
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