La referente de la Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) María del Carmen Verdú afirmó este miércoles que ayer "hubo una numerosa presencia masiva de organizaciones en la realización de la quinta Marcha de la Gorra, en comparación con las otras cuatro manifestaciones" y remarcó el peso social que tienen los discursos
En diálogo con en el programa Nobleza Hormiga que se emite en FM La Patriada, Verdú atribuyó esta repercución a "los cuatro hechos que se produjeron en una semana en forma muy integrados unos a otros: la desaparición y muerte de Lautaro en el marco de una razia, apenas unos días después el fusilamiento de Lucas por parte de la Policía con un impacto mediático inédito, la muerte y tortura de Antonio Martínez en una comisaría en San Clemente del Tuyú, y por último la represión en la comunidad mapuche y el asesinato de Elias Garay por -aparentemente- dos civiles, sicarios, que lograron pasar el cerco policial que hace más de 60 días no deja que la gente se acerque a llevarles medicamentos y alimentos a quienes están ahí, una suerte de tercerización de la represión".
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Al ser consultada sobre si la mediatización de los casos de gatillo fácil pueden servir para cambiar estos atropellos, la referente de la Correpi sostuvo: "La mediatización puede servir pero si no se modifica la percepción social de estos hechos, que están permanentemente manipulados por discursos de odio, de punitivismo demagógico extremo, es muy difícil que se logren los cambios normativos que son necesarios".
En esa línea, aseguró que "hay un montón de cosas, de medidas concretas, efectivas que podrían bajar muy notoriamente la letalidad de esas fuerzas policiales en las calles, como por ejemplo, el uso del arma reglamentaria por una persona que no está claramente identificada como integrante de una fuerza de seguridad. Si un tipo se me aproxima con un arma vestido de civil sin ninguna identificación, yo no voy a pensar que es policía incluso aunque grite que lo es ¿por qué le voy a creer?"
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Verdú fue contundente: "Los números hablan solos; más de la mitad de las muertes por fusilamientos de gatillo fácil (es decir, la ejecución de personas que no estaban generando una situación de peligro ni para el policía ni para terceros en el momento de recibir el disparo o porque estaban de espaldas) se producen con el funcionario de civil".
En ese orden, recordó que "un informe del ministerio de Seguridad de la Nación que dio la exministra Sabina Frederick, indicó según sus propias estadísticas que el 76% de esos asesinatos se producen con estos funcionarios de civil"
Además se refirió a los discursos de mano dura que llevaron adelante un sector de los políticos en estas elecciones y consideró: "Es determinante porque condiciona la percepción social por eso interpelamos constantemente a trabajadores de prensa para que se revise cómo se abordan los casos".
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Sobre el crimen de Lucas planteó que "el parte policial se tomó de forma acrítica para construir la noticia. Los jueces y fiscales hicieron lo mismo, se avaló a libro cerrado y se imputó a las víctimas sobrevivientes".
