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Año Nuevo, “Atlanticazo” nuevo y en las costas de todo Buenos Aires

El próximo aniversario del "Atlanticazo" impactará en todo el país el 4 de enero, y especialmente en la costa Atlántica. Esta acción colectiva pacífica de participación ciudadana en defensa del mar tendrá una mayor repercusión al inicio del año y buscará expresarse en contra del proyecto de exploración offshore.

Todos los cuartos días del mes, vecinos y organizaciones ambientales salen a las calles en las ciudades costeras de la provincia de Buenos Aires para reclamar en contra del avance de la exploración offshore en el Mar Argentino.

Todo nació ante la situación dramática del impacto que tendrá este proyecto en 14 áreas marinas de la costa bonaerense, que afectará sin dudas la vida de las personas que allí viven y de todo un ecosistema que queda en un peligro latente.

“Atlanticazo”, el nombre elegido para llevar adelante esta lucha en pos de defender el mar, cuenta cada vez con más adeptos, y este 2023 se realizará en todo el país para manifestar la resistencia al extractivismo.

Recientemente la Justicia levantó una medida cautelar y autorizó la exploración sísmica en el mar Argentino, incluso a pesar de de las audiencias públicas en las que la ciudadanía y parte de la comunidad científica reiteró sus argumentos en contra del proyecto.

El movimiento XR se movilizó este lunes para hacer una "previa al Atlánticazo" hacia las oficinas de la empresa noruega -Equinor, encargada de realizar la cuestionada exploración- donde realizó una disruptiva acción directa no violenta, con el lema "Somos agua de un mismo mar".

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Ayer, la Policía de la Ciudad retuvo por dos horas al grupo de activistas que quedaron entre las rejas y la puerta de las oficinas, mientras más personas del movimiento vigilaban desde afuera.

Liberaron a ecologistas que protestaban contra la petrolera noruega Equinor

El avance de este proyecto no solo profundizaría la matriz energética que nos trajo al crítico estado de cambio climático que atravesamos. Traería también pérdida de diversidad, contaminación marina y efectos negativos sobre otras actividades de la región.

Algunos ejemplos de derrames de petróleo alrededor del mundo demuestran los daños causados por la extracción de combustibles fósiles:

- Star Petroleum Refining (participada en más de un 60 % por Chevron) es responsable del derrame de 20 mil toneladas de petróleo en Tailandia.

- En Perú, un catastrófico derrame de petróleo por parte de la multinacional europea de petróleo y gas Repsol afectó en 2021 a más de 20 playas.

- La empresa transnacional Texaco, comprada por Chevron en el 2001, generó una de las mayores catástrofes en la historia ambiental, al desechar -entre 1964 y 1992-  650 mil barriles de petróleo crudo y más de 60 mil millones de litros de aguas residuales en los ríos y suelos de la selva amazónica.

 

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El movimiento socio ambiental se movilizará entonces contra las empresas de combustibles fósiles, entre las que se encuentran Equinor e YPF, que pretenden realizar estudios sísmicos, perforaciones en aguas profundas y fracking, y también para pedirle al Gobierno y la Justicia que detenga el proyecto.

Voceres de XR exponen: “Más allá de las obvias consecuencias negativas para los ecosistemas marinos, las probabilidades de derrames y que seguir apostando a los combustibles fósiles en medio de una crisis climática causada por estos es una locura; lo que exigimos es más democracia, que la participación ciudadana no sea un paso formal en una audiencia y que luego se decida en contra de los territorios. Exigimos que se abra la democracia, y permitan decidir a los y las ciudadanas qué queremos hacer con nuestros mares cuando, según el consenso científico, vamos hacia un caos climático inevitable.” 

Mediante esta acción, XR exige soluciones inmediatas para detener el proyecto de exploración de hidrocarburos que no tiene licencia social y exhibe la necesidad de una urgente transición energética a nivel global que permita abandonar los combustibles fósiles en las próximas décadas.



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