Entre los anuncios de recortes estatales que confirmó este lunes el vocero presidencial Manuel Adorni, hubo uno que despertó todas las alarmas en el ámbito de la salud y adolescencia: el Gobierno decidió finalizar -y no renovar- cientos de contratos de profesionales de equipos interdisciplinarios que trabajan en el Plan Nacional de Prevención del Embarazo No Intencional (ENIA).
"Se finalizó el contrato de 619 consultores por 1.150 millones de pesos, en el marco del rediseño del Plan ENIA", indicó Adorni, que no detalló que esos consultores son profesionales con más de seis años de servicio en 12 provincias (Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Chaco, Formosa, Tucumán, Santiago del Estero, Catamarca, La Rioja, Salta, Jujuy y Buenos Aires) y que, entre otras tareas, brindan servicios gratuitos de consejería en salud sexual en escuelas secundarias y espacios comunitarios para garantizar el acceso a métodos anticonceptivos de larga duración y a la ILE/IVE en centros de salud.
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El Plan ENIA demostró una alta efectividad, ya que en cinco años redujo la tasa de fecundidad adolescente del 49 al 27%.
El programa se puso en marcha durante el gobierno de Mauricio Macri y continuó en la gestión de Alberto Fernández. Ahora quedó desmantelado por decisión del Gobierno de Javier Milei, y las consecuencias podrían ser más costosas a largo plazo: el programa ENIA permite ahorrar 0,16 por ciento del PBI si se contabilizan los costos asociados a la atención de una gestación y el parto en chicas de 10 a 19 años.
Comenzó a ponerse en práctica en sitios con los indicadores más altos de embarazo juveniles como por ejemplo, Jujuy, donde la tasa de embarazo adolescente superaba la media nacional, y programa mediante, en los últimos años se redujo a más de la mitad.
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